Pabellón ValdefierroSábado 14/02/2009
Jugaron. Aitor, Rigui, Capi, Sergio de Fco, Tony, Alfredo, Víctor, Rubén
Partido “Encrucijada” contra nuestros verdugos de la temporada anterior. Ya les habíamos ganado en la ida, así que vinieron motivadísimos. De ganarles, salto a la mitad de superior de la clasificación y les pasábamos; de perder, mitad de tabla pero codo con codo con todo el tropel de equipos que estamos jugándonos salir del descenso en apenas siete puntos (Cerv Bora Bora, Salsa Trópico, Rayo Calamaro, Yogus, Axpe y River Imperial).
Rigui dijo llegar “reventado”, estábamos malos Aitor (mareos y fiebre), Víctor (gripe) y Sergio de Fco. (otitis y enfriamiento y encima saliendo de la lesión de rodilla), Héctor se fue a jugar al Barrio Oliver, el equipo estaba descompensado, se jugó mal y por el contrario ellos hicieron un gran partido y encima Valdefierro es nuestro campo “maldito”. Vamos, que cuatro a cero y “pa casa”.
Escasos minutos, primer tiempo muerto para ponernos las pilas porque no sacamos el balón y ellos han salido en tromba. Minuto 6, sacan un córner de los que tienen ensayados, nadie corta el balón que a trompicones pero a toda velocidad va de un lado a otro y en el primer palo la enchufa uno de ellos. Siguen los problemas, estamos partidos en dos y no se saca el balón, su defensa adelantada dos a dos nos funde, minuto catorce meten el segundo en un barullo en el área.....FINAL DEL PARTIDO
Creo que a parte de que no era el día por mil motivos y porque medio equipo estaba en escasas condiciones para afrontarlo con garantías, dos son las principales razones de que no pudiéramos ganar de nuevo al Goya: equipo descompensado y empezar perdiendo.
Podemos alegar que ellos están mejor físicamente o podemos alegar que jugador por jugador tienen mejor equipo, pero se puede ganar a un equipo que corre más que tú o que tiene mejores jugadores si el juego de conjunto es bueno, si te pones por delante y llevas tú el control del partido y si transformas el partido en lo que a ti te interesa. Ni se pudo hacer, ni nos dejaron hacerlo, ni lo supimos hacer así que derrota al canto y con Campino de portero aún no les hemos marcado en 88 minutos.
Esencialmente cometimos un error de organización pues al no tener jugadores suficientes para sacar el balón la propia estructura de los cambios dejó al principio a tres pivotes en potencia sobre el campo. Una pena que las bajas fueran Héctor, Roberto y David, cualquiera de los tres hubieran resuelto ese problema. Otra alternativa era que cambiáramos para dos puestos Rigui, Capi y yo, pero ni estoy para jugar muchos minutos por la rodilla ni el resto están incapacitados para hacer esa labor que no se hace bien por las propias inercias del juego. Lo malo es la tendencia seguramente inconsciente de que dos de los nuestros se desmarquen en largo metiéndose en el campo rival y anulándose a sí mismos. Con equipos como el Goya, que presionan con dos arriba, nos ahogamos jugando así porque los que sacan el balón sólo ven a los rivales tapando espacios y líneas de pase y arriba, muuuuuyyyy lejos, a nuestros delanteros corriendo de un lado a otro (eso siempre), pero dando la única opción de un balón en largo, difícil de enviar , que recibirán de espaldas con un defensa soplándoles la nuca y sin opciones de que lleguemos a ayudarles porque si echamos a correr nuestra marca impedirá que puedan pasarnos o llegar a tiempo, por no hablar de que si les roban el balón seguramente saldrán en superioridad y estaremos vendidos atrás. Es lo que pasó durante casi todo el tiempo de este partido.
La alternativa a eso es dos jugadores muy abiertos en las bandas, en nuestro campo, sin intención inicial de atacar ni de hacer desmarques, con la única idea en la cabeza de mantener la posesión con un pase tras otro ayudándose del cierre para machacar psicológicamente a los dos hombres que nos presionan y sólo lanzar en largo al pivote cuando está muy claro que tiene espacio para recibir y jugar. Planteo para reflexión de todos la idea de que contra estos equipos es mejor no pasar de tu campo durante cinco minutos tocando el balón en superioridad de tres contra dos para desquiciarlos y matarlos a correr y cuando ya están “maduros” entonces se asesta el pase mortal arriba y se sale combinando en paredes (los de arriba están reventados persiguiendo el balón y ya no pueden ayudar en defensa).
En cambio, en estos partidos la inercia de nuestro juego son posesiones escasas, el equipo partido en dos por el ansia de llegar a su campo cuanto antes (¡¡¡¡que estamos por debajo en el marcador!!!!) y muy escasa paciencia para contrarrestar su mayor poder físico con el control del balón.
Veámoslo desde la perspectiva contraria. Imaginemos que somos ellos y sabemos que estamos mejor físicamente, que podemos encimarles porque a una mala, si nos regatean, podremos alcanzarles de nuevo. Nos ponemos con dos hombres achuchando en su campo y otros dos soplando en la nuca a los que suban para que no puedan recibir (total el Artipyme siempre se parte en dos en este tipo de partidos si empezamos marcando) y cuando recuperemos el balón la tocamos y tocamos y esperamos algún error. Consigna: salir a marcar cuanto antes y partido ganado. Demasiado fácil.
Los viejos y con el culo pelao deberíamos ser nosotros. Para la próxima hay que demostrarlo. Si la posesión es nuestra su superioridad física se terminará convirtiendo en correcalles anárquico (es lo que pasó en la ida cuando empezamos a jugar con cabeza) y si nos adelantamos medio partido está hecho porque entonces podemos esperarles y sus fallos se convierten en nuestras contras y no hay que ir a remolque. Pero claro, una cosa es hablar y otra hacerlo en el campo y, por supuesto, para ganar a chavales como los del Goya, hay que estar metidísimos en el partido y físicamente a tono. En este partido no fue así. Merecieron ganar y a otra cosa.
Rigui dijo llegar “reventado”, estábamos malos Aitor (mareos y fiebre), Víctor (gripe) y Sergio de Fco. (otitis y enfriamiento y encima saliendo de la lesión de rodilla), Héctor se fue a jugar al Barrio Oliver, el equipo estaba descompensado, se jugó mal y por el contrario ellos hicieron un gran partido y encima Valdefierro es nuestro campo “maldito”. Vamos, que cuatro a cero y “pa casa”.
Escasos minutos, primer tiempo muerto para ponernos las pilas porque no sacamos el balón y ellos han salido en tromba. Minuto 6, sacan un córner de los que tienen ensayados, nadie corta el balón que a trompicones pero a toda velocidad va de un lado a otro y en el primer palo la enchufa uno de ellos. Siguen los problemas, estamos partidos en dos y no se saca el balón, su defensa adelantada dos a dos nos funde, minuto catorce meten el segundo en un barullo en el área.....FINAL DEL PARTIDO
Creo que a parte de que no era el día por mil motivos y porque medio equipo estaba en escasas condiciones para afrontarlo con garantías, dos son las principales razones de que no pudiéramos ganar de nuevo al Goya: equipo descompensado y empezar perdiendo.
Podemos alegar que ellos están mejor físicamente o podemos alegar que jugador por jugador tienen mejor equipo, pero se puede ganar a un equipo que corre más que tú o que tiene mejores jugadores si el juego de conjunto es bueno, si te pones por delante y llevas tú el control del partido y si transformas el partido en lo que a ti te interesa. Ni se pudo hacer, ni nos dejaron hacerlo, ni lo supimos hacer así que derrota al canto y con Campino de portero aún no les hemos marcado en 88 minutos.
Esencialmente cometimos un error de organización pues al no tener jugadores suficientes para sacar el balón la propia estructura de los cambios dejó al principio a tres pivotes en potencia sobre el campo. Una pena que las bajas fueran Héctor, Roberto y David, cualquiera de los tres hubieran resuelto ese problema. Otra alternativa era que cambiáramos para dos puestos Rigui, Capi y yo, pero ni estoy para jugar muchos minutos por la rodilla ni el resto están incapacitados para hacer esa labor que no se hace bien por las propias inercias del juego. Lo malo es la tendencia seguramente inconsciente de que dos de los nuestros se desmarquen en largo metiéndose en el campo rival y anulándose a sí mismos. Con equipos como el Goya, que presionan con dos arriba, nos ahogamos jugando así porque los que sacan el balón sólo ven a los rivales tapando espacios y líneas de pase y arriba, muuuuuyyyy lejos, a nuestros delanteros corriendo de un lado a otro (eso siempre), pero dando la única opción de un balón en largo, difícil de enviar , que recibirán de espaldas con un defensa soplándoles la nuca y sin opciones de que lleguemos a ayudarles porque si echamos a correr nuestra marca impedirá que puedan pasarnos o llegar a tiempo, por no hablar de que si les roban el balón seguramente saldrán en superioridad y estaremos vendidos atrás. Es lo que pasó durante casi todo el tiempo de este partido.
La alternativa a eso es dos jugadores muy abiertos en las bandas, en nuestro campo, sin intención inicial de atacar ni de hacer desmarques, con la única idea en la cabeza de mantener la posesión con un pase tras otro ayudándose del cierre para machacar psicológicamente a los dos hombres que nos presionan y sólo lanzar en largo al pivote cuando está muy claro que tiene espacio para recibir y jugar. Planteo para reflexión de todos la idea de que contra estos equipos es mejor no pasar de tu campo durante cinco minutos tocando el balón en superioridad de tres contra dos para desquiciarlos y matarlos a correr y cuando ya están “maduros” entonces se asesta el pase mortal arriba y se sale combinando en paredes (los de arriba están reventados persiguiendo el balón y ya no pueden ayudar en defensa).
En cambio, en estos partidos la inercia de nuestro juego son posesiones escasas, el equipo partido en dos por el ansia de llegar a su campo cuanto antes (¡¡¡¡que estamos por debajo en el marcador!!!!) y muy escasa paciencia para contrarrestar su mayor poder físico con el control del balón.
Veámoslo desde la perspectiva contraria. Imaginemos que somos ellos y sabemos que estamos mejor físicamente, que podemos encimarles porque a una mala, si nos regatean, podremos alcanzarles de nuevo. Nos ponemos con dos hombres achuchando en su campo y otros dos soplando en la nuca a los que suban para que no puedan recibir (total el Artipyme siempre se parte en dos en este tipo de partidos si empezamos marcando) y cuando recuperemos el balón la tocamos y tocamos y esperamos algún error. Consigna: salir a marcar cuanto antes y partido ganado. Demasiado fácil.
Los viejos y con el culo pelao deberíamos ser nosotros. Para la próxima hay que demostrarlo. Si la posesión es nuestra su superioridad física se terminará convirtiendo en correcalles anárquico (es lo que pasó en la ida cuando empezamos a jugar con cabeza) y si nos adelantamos medio partido está hecho porque entonces podemos esperarles y sus fallos se convierten en nuestras contras y no hay que ir a remolque. Pero claro, una cosa es hablar y otra hacerlo en el campo y, por supuesto, para ganar a chavales como los del Goya, hay que estar metidísimos en el partido y físicamente a tono. En este partido no fue así. Merecieron ganar y a otra cosa.
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