viernes, 2 de noviembre de 2007

Korea del Sur - Skorbutines: 7 - 5

Pabellón Sagrada Familia
Martes 30/10/2007
20:00 horas
Goles: 3 Vali, 2 Sergio, Jorge, Víctor
Asistencias: 3 Sergio, Vali, Víctor
Jugaron: Abel, Javi, Fernando, Víctor, Sergio, Jorge, Vali



Un nuevo rosario de despropósitos. En este comienzo de temporada está claro que el peor enemigo que tenemos somos nosotros mismos: diez minutos después de la hora sólo estábamos cuatro en el campo esperando para empezar (como atenuante conste que el acceso al Pabellón estaba cortado, que Abel no sabía llegar y llegó justo para que fuéramos cinco y ponerse de portero, que Aitor no venía porque lo hacía Andrés pero éste salió tarde del trabajo y que Vali y Javi pillaron un atasco).

Los primeros diez minutos fueron de completo descontrol. Suficiente habíamos hecho con salvar el partido después de los retrasos y en el campo todo eran nervios, falta de concentración y el equipo entero estábamos fuera del partido. Abel hizo lo que pudo pero nos colaron dos colillas en apenas dos minutos, una de ellas tras pegarme el balón lo justito para dar en el poste y entrar. Se puede decir que en el minuto siete de la primera parte, ya con todos, empezaba realmente el partido con el resultado de 2-0 en contra.

Ellos empezaron a notar el cambio y se vieron obligados a echarse atrás, acorralados por las numerosas acometidas. Nosotros adelantamos líneas, arriesgando mucho más y empezamos a robar casi todos los balones en medio campo gozando de numerosas oportunidades que no se concretaron hasta que en una combinación entre Vali y yo logré marcar empujando a puerta vacía y poco después cuando acerté a colocársela donde la quería a Vali en un saque de banda y este cabeceó a la red. Pudo haber más goles si alguno de los remates de cabeza de Vali entran o si acierto en la última jugada de la primera parte.

En la segunda parte la tónica fue la misma. Nosotros muy adelantados, corriendo muchos riesgos atrás y confiando en nuestro acierto, que no llegó hasta que ellos mismos, tratando de cortar un pase de Jorge a Víctor tras robo de balón se la cuelan adelantándonos. En un partido de despropósito por nuestra parte no podía llegar el gol de otra forma.

Cuando el partido debería haberse decantado a nuestro favor ellos tuvieron cuatro minutos de gracia en los que dieron la vuelta al marcador. Todos los goles con factura similar a la contra y en robos de balón que les dejaban jugadas francas, casi siempre por no concretar nosotros en los últimos metros o hacer mal el repliegue o quizás también porque el equipo andaba completamente despistado con los cambios de portero y la falta de compenetración. Tras el empate hay cambio de portero y en dos minutos nos cuelan una contra y una vaselina inverosímil que a falta de seis minutos los deja con dos goles por delante. Parecía increíble lo mal que estábamos jugando y daba rabia que se nos fuera a escapar un partido en dos rachas suyas de pocos minutos en los que les entró todo.

Del minuto catorce al final sacamos toda la rasmia que nos quedaba y quemamos por completo nuestra naves: presión a todo campo y a correr. El empuje surtió efecto pero destapa el hecho de que podía haber sido así desde el primer minuto de partido. Los goles fueron de Víctor a puerta vacía después de que el portero saliera a mis pies en una buena penetración por la banda, mío en una buena pared con Víctor, de Vali a pase del mendas tras saque de banda de Abel y finalmente de Vali de penalti.

Demasiado apurado, demasiados nervios y demasiado In extremis para lo que debería haber sido.