jueves, 5 de junio de 2014

II BTT El Corte Inglés Puerto Venecia (1/06/2014)

Cada carrera es una historia y ésta con 45 Kms rompepiernas, cierzo en contra a la vuelta y una preparación no demasiado buena fue de superación personal.




Sábado 01/06/2014
Salida: 10:00 horas
Distancia: 42,5 Kms
Tiempo en carrera: 3h 10:07
Tiempo real: 3h 07: 11
Posición masculina: 494  de 574
Posición  general: 504 de 593

Todo parecía haberse torcido para esta carrera, con la ilusión que me hacía después de haber participado en la primera. Me enteré tarde y me tocaba currar y cambiar el fin de semana era poco menos que imposible. Al final la suerte inmensa de tener dos compañeros comprensivos que me hicieron los favores que necesitaba para poder llegar a tiempo (Gracias Aitor y Noelia). Eso sí, el madrugón no me lo quitó nadie y levantarse un domingo a las 5 para trabajar hasta las 9 y luego ir contrarreloj desde el trabajo hasta la salida es algo que no le recomiendo a nadie...en carrera lo pagué.


No iba bien preparado para esta carrera. Las dos-tres semanas anteriores frío, viento y lluvia (la tarde inmediatamente anterior aguacero de una hora más o menos que dejó "simpáticas" zonas de barro en el recorrido) así que la única preparación alguna tarde suelta con la estática, algún domingo esporádico y la inercia del físico de la temporada de fútbol-sala, tampoco demasiado bueno. El 2013-14 venía marcado por una lenta recuperación de los males de espalda y flexibilidad que sufrí la temporada anterior y aunque el cuerpo se iba entonando seguía con molestias y corrí con ellas.

La verdad es que esperaba hacer mejor tiempo que el año anterior pero casi nadie lo hizo debido al viento en contra a la vuelta que convirtió en literalmente infernal el rompepiernas que te espera cuando has coronado el barranco del montañés. No ayudó tampoco el cansancio acumulado del trabajo, el dormir poco y la preparación previa. Por el lado positivo la sensación de que todo eso se puede estudiar y mejorar en sucesivas ediciones.

Llegué a la salida a las 10:29 con un minuto justo para la salida, así que evidentemente estaba muy atrás, a la cola de un pelotón tremendo que tardó 3 minutos y pico en pasar por la línea de salida. Casi mejor porque en la primera edición sufrí en mis carnes el nerviosismo generalizado cuando todo el mundo se lanza cuesta abajo a saco y al llegar a la zona de tierra y piedras empieza a dudar, a freanr, a derrapar y a perder bidones o a meterse peligrosamente en la trazada del que le viene por detrás. Mi salida este año más tranquila y con la opción de ir evolucionando poco a poco.


Los primeros kilómetros de carrera los hice con precauciones, procurando no acelerarme y sabiendo que quedaban cuestas muy jodidas por delante, pero inevitablemente al ir alcanzando y superando a gente me fui animando y eso me aceleraba inconscientemente, lo cual es peligroso porque si vas con las fuerzas justas los alardes los pagas al final. Debo reconocer que al llegar al kilómetro 8 iba ya un poco "tocado" por el rompepiernas de las cuestas, pero a partir de ahí y hasta el tramo final de las subidas tuve un subidón y fue la parte en la que más disfruté de la carrera. Por allí iba un tío corriendo por los senderos que preguntaba ¿Pero cuántos váis? / Poquicos, ya ves.

No recuerdo haberme bajado de la bici el año anterior más que una vez, en el Montañés, así que hacerlo en una subida anterior (también jodida) me afectó un poco, pero como no fui el único me importó menos. Eso sí, en la ascensión al montañés hay un baja-sube en el que hice mal los cambios y ese error me costó poner pie en tierra de nuevo en la subida demasiado pronto. El reguero de gente subiendo andando espectacular y yo prefiero no parar como hacen muchos porque pienso que me perjudicaría, aunque lo que nos minó la moral a varios fue ver al tío que iba corriendo adelantándonos en las cuestas a un ritmo bestial.

La zona de los molinos de la Plana (Kms 20 más o menos a la que llegué en 1h45 más o menos) no la recordaba tan dura en algunos tramos y tan larga. Igual porque no pusieron allí el avituallamiento este año o porque ya se empezó a notar el viento en contra se me hizo más largo aún. Tampoco recordaba la impresión que provocan los primeros tramos de bajada. Los que iban delante de mí debían ser nuevos y se quedaron parados literalmente acojonados. Yo con mucho cuidadin frenando con las dos ruedas para que no derrape la de atrás que es la peligrosa (uno que iba delante de mí una buena chufa se pegó por eso). La tensión es tal que se te cargan los triceps (agujetas dos días) y se te duerme el brazo literalmente y mientras el que iban corriendo que nos volvía a adelantar a los más temerosos ¡¡¡Vaya crack!!!.


Después de las pendientes más pronunciadas un tramo de descenso asequible en lo técnico que te pone a toda velocidad sobre la bici. Lo más alucinante es que hay gente que te pasa que parece que le importa un carajo abrirse la cabeza (no quiero ni pensar a qué velocidad irán por allí los primeros). Yo agradecí terminar ese tramo aunque según me habían dicho por entrenamientos en días previos la vuelta a Puerto Venecia con el viento en contra y las inacabables subidas y bajadas una cosa infernal. Así fue.

En el kilómetro 25 estaba el avituallamiento justo después de un breve tramo de carretera. Decidí pararme, dejar la bici en la hierba como todos y tomarme un plátano y un acuarius. Las fuerzas justitas iban a estar de allí a la meta, pero no pensaba que iba a sufrir tantísimo. Es duro reconocerlo pero mis piernas no respondían, es más en el kilómetro 30 empecé a notar un "bolo" en la derecha que me dolía si me incorporaba del sillín, así que opté por echar pie a tierra en cada subida que me costara un sobreesfuerzo (fueron un par) y me lo tome con calma.....además iba sin referencias por delante y eso hace la carrera más dura. Sufrí como una perra subiendo las cuestas con viento en contra.

En torno al kilómetro 33 me puse a rebufo de otro corredor y emprendimos lo que quedaba del sube y baja con nuevos bríos. Hay dos buenas cosas del final de carrera....una es que hay tramos en los que vas rápido por una suave pendiente hacia abajo que te recuperan la moral y otra buena noticia este año es que cambiaron el recorrido. Eso supuso menos distancia y un tramo final bastante llevadero. De pronto tenía la meta a tiro y el cuerpo se había recuperado un poco. No fue lo de la primera edición que parecía que la meta no llegaba nunca....acabé con fuerzas e incluso me puse a buen ritmo en la recta final adelantando a un par que me llevaban considerable ventaja.


Eso sí, al acabar roto y por la tarde hacía muchísimo tiempo que no estaba tan cansado y que me dolían tantísimo las piernas....pero ¡¡¡Repetiremos!!!! Las sensaciones, el ambiente y el participar en una carrera así son únicos.

Como curiosidad la clasificación de algunos coleguillas: Camacho, Daniel (mi primo), Dani Arribas y su hermano Manuel. Por cierto, dijeron que un 20% más de participación, aunque en el camino se quedó bastante gente que no acabó o que iba renunciando.

Y más curiosidades, mi llegada a meta, la grabación de un gacho que ha corrido este año y la subida al Montañés el año pasado en la que se ve la dureza y la cantidad de gente que tiene que ehcar pie a tierra para salvarla.








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