lunes, 4 de febrero de 2008

Vaticano II - Drink team XXII: 4 - 4

Pabellón Dominicos
Sábado 26/01/2008
21:00 horas
Goles: 2 Luis, Vali, Sergio
Asistencias: 2 sergio, DJ, Jorge
Jugaron: Aitor, Fernando, Jose Mari, DJ, Sergio, Luis, Vali, Jorge

Conocemos perfectamente al Vaticano, sabemos que sus dos recursos son el balón largo bombeado y correr a la contra con dos tíos arriba cuando sacan desde atrás y les presionamos y con Carlos Juan pegado a la banda para salir disparado en cuanto tiene espacio. También sabemos que son batibles si imponemos un ritmo alto de partido, acertamos arriba y no se cometen errores atrás.

En condiciones normales los partidos con ellos son igualados y siempre tenemos la sensación de poderles ganar, pero el caso es que este año nos han mojado la oreja con una victoria in extremis y un empate y eso que en los dos partidos hubo ocasiones suficientes para ganarles.

Si yo fuera entrenador en el Drink (y es sólo mi opinión) les jugaría con tres jugadores en nuestro campo esperándoles para evitar huecos a nuestra espalda, carreras y balones largos y con un jugador marcando individualmente a Carlos Juan para que no reciba en el saque de puerta. Eso garantiza que ellos metan pocos goles y nosotros siempre marcamos. Ser fieles a nuestro estilo tiene en cambio el consuelo de haber muerto matando, pero en esta ocasión el sabor de boca que quedó fue malo porque de seis puntos con ellos sólo hemos conseguido uno esta temporada.

Ellos lo hacen muy sencillo, se podría decir que “rudimentario”, pero su sistema es efectivo y les funciona. Dos fallos nuestros (en el primero dejo solo a Carlos Juan pensando que recuperamos el balón) más dos aciertos suyos les fue suficiente en este partido para arrancarnos un empate que fue muy doloroso porque aspirábamos a más, teníamos el Play Off a tiro y para colmo no tenían portero.

El partido se perdió en la primera parte que fue cuando más se arriesgó y cuando menos acierto se tuvo de cara a puerta con un solo gol de Vali y cuando nos clavaron tres goles de los suyos en contras que nos destaparon nuestras vergüenzas físicas. Ya con el partido cuesta arriba, en la segunda parte, se les encerró en su campo y se acumularon ocasiones suficientes, pero el balón sólo quiso entrar en un desmayado tiro de Luis tras jugada personal, en un lanzamiento mío desde fuera del área sorprendiendo al portero tras asistencia de David y en otro tiro lejano de Luis pegado al palo. Ellos aprovecharon un error con carambola incluida y eso les servía para empatar.

Nuestra victoria estuvo en las botas de David en el último segundo cuando Vali le dejó sólo ante el portero, pero esta vez el balón no quiso entrar. Desesperante.