sábado, 16 de junio de 2007

Korea 31-Restaurante Casa Amparo: 1-6

Pabellón Romareda
Jueves 14/06/2007
21:15
Goles: Iñigo




Jugaron: Héctor (portero), Rigui, Iñigo, Sergio, Tony, Antonio, Raúl


Octavos de final de la copa Laboral contra un equipo que quedó quinto en la liga regular en primera ¡¡¡casi nada al aparato!!!! Ya habían ganado al otro equipo de Raúl y Miguel, el Cofroccer, así que se preveía un partido muy complicado porque eran uno de los tres favoritos.

Para colmo se fueron produciendo un rosario de desgracias. A las bajas ya sabidas de Roberto (todo el final de temporada lesionado) y de Víctor y Bakali (que no jugaron la copa) se sumó la de Héctor (con la rodilla reventada) y en el último momento de Aitor, que vino al pabellón con mareos y posiblemente deshidratado tras el traslado de la casa de Vic. La solución para la portería fue el propio Héctor que se ofreció desafiando el mosqueo de Ruth, que había venido con él. Otro inconveniente era que yo había estado con un trancazo considerable toda la semana y en principio iba a jugar lo menos posible porque el pecho no me permitía aguantar bien las carreras.

Desde el comienzo del partido la consigna era clara: atrás junticos y a la contra. Además nos convenía más que nunca hacer esto porque su mejor arma era su pivote, un mostrenco de cuidado que recibía de espaldas y repartía juego o la enchufaba dándose la vuelta. Lo bueno es que nos metimos bien atrás y Rigui estuvo inconmensurable siempre encima de él y sin darle ni una opción bien ayudado por todos. Sus oportunidades pasaban siempre por tiros lejanos que tres veces los palos y varias veces un inspiradísimo Héctor conseguían detener. A la contra contábamos con Raúl (rapidísimo) y Antonio (muy metido en el partido), pero el balón no quiso entrar. La oportunidad más clara en cambio la tuve yo en un buen desmarque y tras pase en largo de Antonio. Me quedé sólo delante del portero pero ante su salida me “atociné” jeje También pudo marcar Raúl en dos jugadas personales pero el palo y el portero lo impideron.

La clave del partido fue el descanso. Antonio se lesionó el tobillo en la última jugada de la primera parte, Raúl estaba tocado en los abductores y Rigui se dio un descanso. En un contragolpe en el que no supimos ni hacer falta ni cerrar el tiro colaban el primero y poco después en un balón dividido uno de ellos enganchaba un buen tiro y se ponían 2-0. Con ese resultado teníamos que arriesgar más y en esa dinámica ya lo tuvieron todo a favor y mucho más cuando Raúl se retiraba dolorido y nos quedábamos sin cambios. No se pudo hacer más.

La sensación final fue que eran muy superiores y que sólo de haber estado el equipo al completo y en perfectas condiciones se podría haber ganado. Al menos el papel ha sido digno en esta copa y el equipo es prometedor de cara al año siguiente.