lunes, 7 de mayo de 2007

Una retirada a tiempo (por Edgar)

Crónica de la Maraton de Viena

Por Edgar Soriano

Viena. 29 de abril de 2007






Amanece un día soleado, despejado y seguramente haga tanto calor como el sábado, cuando llegamos a Viena. No esperábamos un tiempo tan primaveral, de 25 grados, por estas latitudes. Pero allí estaba, en Viena, en el día en que afrontaba mi cuarto maraton.

Después de desayunar un poco, no mucho por los nervios de la carrera, me dirigí en metro hacia la salida situada al otro lado del Danubio. Ya había mucha gente en el metro, tanta que se atasco la boca de salida del andén.

A las 8h15 se iban los camiones con la ropa hacia la meta, lo que te obligaba a llegar a la salida con tiempo. A las 8h00 ya estaba preparado, había dejado la bolsa en el guardarropa y encontrado mi zona de salida, porque la organización había previsto hasta distintas zonas desde las que salía la gente, en función del tiempo que fueran a hacer en la carrera. Yo había dado un tiempo estimado de 4h10, asi que me encontraba en la última zona de salida. :-)

Así las cosas, me puse a esperar pacientemente que llegaran las 9h00 y empezara la carrera. Antes de empezar ya tenía sed, pero no tenía de donde beber. Para las próximas carreras no me olvidare de llevarme un botellin para beber antes de la salida.

Y llegaron las 9h00 como si nada y se dio la salida entre música de vals, como no. La organización por zonas, permitía que no hubiera que esperar 10 minutos para empezar a correr como en Madrid, y así en pocos minutos ya estaba cruzando el Danubio de vuelta por un largo puente.

Los primeros kilómetros son de calentamiento así que cogí un ritmo inicial de 6 min/km. Y llegue al km 5 con 30:34 entre los bosques del Prater. Todo iba bien. Cogí un vaso de agua, solo uno, porque aunque no faltaba agua, había muchísima gente que se abalanzaba y se apelotonaba en las zonas de avituallamiento. No solamente había una maraton con 9000 personas, sino que había gente que hacia la medía-maraton y la maraton por relevos, así que el gentío superaba las 10000 personas de largo.

En el km 6 me decidí a acelerar un poco buscando ir ganando tiempo sobre el ritmo de 6 min/km, lo que me llevaría a acercarme a las 4h00 al final. Del km 5 al 10 se pasaba por el centro de Viena, al lado de la Opera, donde hasta había gradas y, por supuesto, música de vals a todo volumen. Llegue al km 10 en 59 min. Bien, había recuperado 1 min.

Del km 10 al 15 el recorrido seguía alejándose del centro por una calle al lado de un canal. Esta parte fue especialmente dura puesto que el sol daba lleno y el calor arreciaba. Y en los avituallamientos el habitual lío y agolpamiento para coger un vaso de agua.

Llegue al km 15 en 1h27 min. Seguía bien, había hecho un diez mil en el ritmo de 5m40s. Si podía mantener el ritmo, me acercaría a las 4h00.

Pero sobre el km 17 me empiezo a dar cuenta de que mi hidratación puede que no estuviera siendo la adecuada. Así que, en una parte de ligera subida, decido bajar un poco el ritmo y mandar un sms a Mapi para que me diera un botellín de agua. Un botellín para mi solo, sin aglomeraciones, eso seria un lujo.

En el km 19, ya de vuelta hacia el centro, al lado del hotel, Mapi me da el botellín. Cuando me pregunta que qué tal me encuentro, me señalo el muslo derecho, donde llevo teniendo molestias desde hacia unos kms, pero termino levantando el pulgar, diciéndole que bien.

Paso la medía maraton en 2h02min. Cuatro minutos mejor que el ritmo de 6 min/km. Bien.

Justo después de la medía maraton en el km 22 empieza una zona de bajada, pienso que tal vez seria el momento de acelerar un poco, pero me doy cuenta de que no puedo, de que bastante hago si aguanto a 6 min/km. Llego al km 25 en 2h26min. He realizado el último cinco mil justo a 6 min/km, pero no puedo ir mas rápido y eso que el terreno es ligeramente cuesta abajo.

Empiezo a sospechar que la cosa no va tan bien como pensaba.

Y se confirma en el km 27 donde el terreno se empina ligeramente. El cartel del km 28 parece que no llega nunca. No hace falta mirar el reloj para saber que he ido mas lento de 6 min/km. No voy, no voy, no voy, empiezo a decirme, no voy, no voy, no voy.

A duras penas llego al km 30 en 2h59, pero me encontraba cansado, tremendamente cansado y con dolores en el muslo derecho. Si fuera un coche diría que no tenia gasolina y llevaba una rueda pinchada. Y quedaban 12 kms!!

En el avituallamiento del km 30 ya hay menos gente, me paro y, como si fuera un bar, bebo un vaso de agua, me pone otro, cojo dos trozos de plátano y me pone un vaso de agua para llevar. Gracias. Vuelvo a arrancar pasados unos metros, pero me siento vacio, sin fuerzas. En el km 31 me paro, no podía mas, literalmente no podía mas. Entonces, tomo la decisión de tomarme lo que queda con calma, intentando recuperarme, sin forzar, no quería pasar el resto de las vacaciones totalmente hecho polvo. Así que se puede decir que "mi carrera" acabo en el km 30.

En el km 32 vuelvo a intentar correr, pero apenas unos metros mas adelante, me vuelvo a parar. Además, esta parte del recorrido pasaba otra vez por el bosque del Prater y personalmente me aburre correr por un parque en las carreras. En las carreras me gusta correr por las ciudades, por las avenidas, entre la gente, sentir el animo de la gente.

El km 33 estaba el punto del recorrido mas alejado de la meta en línea recta. Como llegar desde allí a meta!! Y entonces veo el puesto de socorro. Iba andando. Me acerco despacio. Un hombre me mira con cara de decir "vas a abandonar, verdad?". Pienso en el favor que me harían llevándome a meta, ahorrándome los kiometros que faltaban... Pero en el ultimo momento decido continuar. No había llegado hasta allí, no había ido hasta Viena para rendirme. Llegaría a meta, como pudiera, pero llegaría. Mando un sms a Mapi y le digo que tardaría una hora mas en llegar a meta, que no se preocupara. Vuelvo a arrancar a correr. Llego apenas al 34 y vuelvo a pararme, la rodilla izquierda parecía flaquear. Quería llegar, pero no quería riesgos, quería disfrutar del resto de días en Viena, no quería lesionarme.

Cuando vi el cartel del km 35 y el final del Prater no me lo podía creer. Ciudad, de vuelta a la ciudad. En el avituallamiento, mas agua y mas plátano, por favor. Gracias. Hasta el km 39 voy andando y corriendo a ratos. En el pequeño avituallamiento del Km 39 ya no quiero casi beber. Parece que me encuentro un poco "mejor". Vuelvo a arrancar y parece que puedo ir corriendo, despacio, pero puedo ir corriendo. En el km 40 hay un último avituallamiento pero ya no bebo, ya no paro. Llego a la parte de la Opera, al gentío y ya no puedo parar. Sigo y sigo, a duras penas, gracias a las fuerzas que he ido recuperando, pero sigo.

Veo la meta!!! Por fin, parece que nunca llegaría pero ahí esta!!!

Cruzo la meta levantando los brazos, pensando, sí, lo he hecho, otra vez, cada vez es diferente, pero otra vez he llegado.

Esta vez el tiempo final fue de 4h41min. Lento, incluso para mi, pero claramente marcado por el diez mil del 30 al 40, en el que no podía mas y también por el hecho de no querer forzar (y no tener fuerzas para ello).

Al final de la carrera, mirando por el lado positivo, acabe menos cansado que otras veces, debido a la "recuperacion del 30 al 40. Si hubiera un medidor de cansancio diría que en el km30 estaba 100% cansado y en el 42 estaba un 90% cansado. Otro punto positivo es que acabé sin ningún dolor en las rodillas. El flaqueo en la izquierda fue muy pequeño y sin consecuencias. Los días posteriores el único dolor que persistía era el pinchazo en el muslo derecho.

También me ha servido para ver cosas que tengo que mejorar de cara a las próximas carreras, cosas como la preparación, los detalles antes de la carrera. También he visto que hay cosas que ya no me dan problemas como las zapatillas, la camiseta, los pies o las rodillas.

Por lo tanto, puedo decir que hice mi cuarto maratón en Viena, aunque corriera hasta el km30, pero que termine bien, sin consecuencias ni dolores para poder disfrutar de esa bonita ciudad los días siguientes.