miércoles, 7 de marzo de 2007

"Maria llena eres de gracia"

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Dirección y guión: Joshua Marston.
Países: USA y Colombia.
Año: 2004.Duración: 110 min.
Género: Drama.
Interpretación: Catalina Sandino Moreno (María), Yenny Paola Vega (Blanca), Guilied López (Lucy), Orlando Tobón (Don Fernando), Jhon Alex Toro (Franklin), Patricia Rae (Carla), Virginia Ariza (Juana), Charles Albert Patiño (Felipe), Wilson Guerrero (Juan), Johanna Andrea Mora (Diana).Producción: Paul Mezey.
Música: Jacobo Lieberman y Leonardo Heiblum.
Fotografía: Jim Denault.Montaje: Anne McCabe y Lee Percy.




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¿Quién ha oído hablar de esta película? ¿De los que han oído hablar de ella cuántos saben de qué va o a qué hace referencia el título? ¿cuántos de los que están bien informados la vieron en los cines o la han recuperado posteriormente en vídeo o DVD? Bastan estas preguntas para meditar sobre cómo nos llega el cine que vemos y considerar qué es lo que vemos y por qué.

Personalmente supe de esta película cuando nominaron a Catalina Sandino Moreno como mejor actriz en los óscars del 2005. Evidentemente no ganó porque ese fue el año del segundo óscar de Hilary Swank por “Million dollar baby” y lógicamente fue la candidata que pasó más desapercibida porque ¿quién es Catalina Sandino Moreno?

Sin embargo he visto la película recientemente y me ha hecho pensar que no siempre vemos lo más interesante, que no siempre nos llega el cine que merece la pena y que en definitivas cuentas por muy informado que uno se sienta siempre hay algo que se le escapa porque lo queramos o no sufrimos de ciertos prejuicios y como en todo lo que atrapa nuestra atención suele ser lo que nos entra por los sentidos de la forma más sencilla. Explorar entre los estrenos aquella película que más nos pueda llegar es a veces una misión casi imposible y elegir bien lo que uno ve es algo más difícil de lo que parece.

Con este preámbulo parece quizás que “María llena eres de gracia” sea el no va más y tampoco es eso, pero siendo una película pequeña, de corte independiente y con escaso apoyo publicitario, resulta sin embargo interesante y muy recomendable. Por su puesto, de haberse dado el caso, hubiera agradecido que alguien me la hubiera recomendando en su momento.
Esta película es la ópera prima de un joven director de Brooklyn, Joshua Marton y aborda un tema próximo a él pues se centra en una joven colombiana que actúa como “mula” de una red de traficantes que pasan droga a Estados Unidos. Es una película en apariencia simple, sin grandes alardes fílmicos ni demasiados recursos, pero sin embargo posee un ritmo narrativo y una veracidad que pocas películas consiguen. La narración de la historia avanza sin desfallecer ni un momento, el interés que provoca va a más conforme avanza la película y deja un poso en quien la ve porque relata una realidad reconocible que sabemos que existe y a la que asistimos como espectadores de excepción aproximándonos casi como lo haríamos a un documental pero con la ventaja de que nos implicamos de forma más estrecha porque Catalina Sandino logra que sintamos como cercano al personaje que interpreta.

Creo que este tipo de películas son necesarias porque nos acercan a los demás y nos permiten aprender en cabeza ajena y comprender que hay otros mundos y otros problemas vividos por gente que pueden ser nuestros vecinos o los vecinos de nuestros familiares y conocidos y que por tanto no están tan lejanas a nosotros y forman parte de nuestro entorno. Es cierto que el mundo en realidad es tan pequeño que sólo hay seis grados de separación entre todos nosotros y aunque no vayamos a vivir nunca la vida de aquel que vive a miles de kilómetros de distancia no está de más conocerla para valorar en mejor medida la nuestra. En realidad esta proximidad a nosotros, la cotidianeidad con la que el personaje de María se introduce en el mundo de las “mulas” para saltar un escalón social y la manera en que nos introduce en él, demostrando que cualquiera podría hacerlo es probablemente lo más impactante de la película. Una chica cualquiera, de buena educación, de buena familia y de sentimientos cristianos accede a traficar porque es la manera de sortear su situación social y lo que realmente te da que pensar es que no sólo compartes su forma de actuación sino que llegas a identificarte con ella. Hay que hacer muy bien una película y hay que actuar muy bien para que eso sea así.

“María llena eres de gracia” no sólo es importante por eso, por su interés social o por como nos acerca a una realidad que nos es ajena haciéndola nuestra, sino también porque está narrada con acierto y porque detrás de su aparente simplicidad hay un magnífico trabajo narrativo y fílmico y porque está interpretada con verosimilitud, dando credibilidad y profundidad a los personajes y a las situaciones en las que se mueven, porque llega y emociona, en definitiva porque funciona.