lunes, 27 de mayo de 2013

1ª BTT El Corte Inglés Puerto Venecia

Siendo la primera edición y estando como estaba terminarla es... ¡¡¡Desafío superado!!!



Domingo 26/05/2013
Salida: Corte Inglés de Puerto Venecia
Llegada: Corte Inglés de Puerto Venecia
Distancia: 44.81 Kms
Circuito de bicicleta de Montaña
Tiempo: 3h 00'26"
Tiempo del ganador: 1h 36'06" 
(Daniel Andía García)
Puesto: 412 de 598
Temperatura: unos 18 grados
Sin viento (menos mal)



El Corte Inglés de Puerto Venecia organizaba la primera competición de BTT con dos recorridos: uno a velocidad controlada para todo el mundo de unos 10 kms y otro con cierta dificultad técnica y 45 Kms de distancia y recorrido rompepiernas para competidores con cierta práctica.

Sin estar ni de lejos en las mejores condiciones físicas (esa ciática me venía matando desde hacía varias semanas por no parar de jugar y no podía entrenar) me decidí a apuntarme y eso que me habían avisado "Pero ¿sabes que hay que subir a las Planas de Cadrete?" Ni idea, no sabía que había que subir allí ni que las Planas es algo así como el sancta santorum de la BTT en Zaragoza...¡¡¡Con un par!!! A veces la ignorancia es una ventaja.

Desgraciadamente entre la ciática y el asquerosísimo tiempo de días precedentes (lluvia y viento durante casi todo abril y mayo) no pude entrenar en condiciones. Lo único un poco de bici estática y algún día suelto no más de una hora, escaso bagaje para preparar esta carrera en condiciones. Confiaba en la experiencia acumulada de años y años, que algo es algo. Lo malo es que no estaba en forma, al revés, seguramente afrontaba la carrera en el peor estado físico de toda la temporada y encima con sobrepeso (unos dos o tres kilos más de lo habitual y siete u ocho más de mi mejor estado, estamos hablando de 88 kilos).

Tres días antes comencé a notar síntomas de resfriado....Sin fiebre ni tos, pero con mucosidad y congestión y la garganta irritada. Por suerte se estabilizó y el día de la carrera estaba únicamente con moquita....la curé de cuajo.

El mayor problema físico a parte de las molestias de la ciática el partido del día inmediatamente anterior. No estábamos gente para completar el equipo y tuve que jugar el partido completo, así que 40 minutos de fútbol sala en el cuerpo que me impedían ir todo lo fresco que quería.

Subir hasta Puerto Venecia me suponía ya unos 5 kms. más o menos y encima en cuesta (a mí y a todos claro) y eso que vivo cerca (en eso un afortunado). Llegué a las 10:10 y la salida se daba a las 10:30 con puntualidad suiza (la organización muy bien en todos los aspectos he de decir). Los veinte minutos de espera los usé para colocar bien el chip en el manillar con las bridas que te dan y el dorsal en la mochila en la que llevaba el chubasquero y apoyo energético por si lo necesitaba (vamos unos frutos secos y un plátano). En general gente bastante joven y que parecía muy preparada (¡¡Vaya pernotas se veían!!), chicas pocas, pero gente sobrepasados los cuarenta e incluso los cincuenta había más de los que pensaba que iba a haber.

Cuando dieron la salida la gente salió zumbada, probablemente me adelantaron en los 2 primeros kilómetros más de 100 corredores. Yo no me podía permitir el riesgo de empezar fuerte, ni siquiera a un ritmo aceptable, no estaba en condiciones y no conocía el recorrido, prefería dosificar al principio y apretar al final de la carrera y además en los primeros metros fue cuando más me molestó la ciática (poco a poco se fue pasando y me olvidé de ella aunque al acabar ahí seguía y peor que al principio). 

Aluciné viendo a gente que pasaba casi al sprint entre una nube de bicicletas.....Si en las vueltas, tours, giros etc los ciento cincuenta corredores que van parecen muchos cuando van en pelotón, los casi seiscientos que íbamos debíamos ser una masa gigantesca en movimiento. ¡¡¡Impresionante!!!! A varios se les cayeron los bidones no sé si por la velocidad o los encontronazos (hay que tener cuidado con los que circulan a tu lado y ser consciente que si frenas los de atrás se te echan encima), yo casi me caigo por culpa de un bidón, pero lo sortee frenando levemente...el comienzo la verdad es que es bastante peligroso y más siendo que la salida estaba en una notable bajada en la que la gente se embalaba y que iba desde la puerta principal del Corte Inglés hasta el final del complejo de Puerto Venecia donde empezaba el camino.

Después de los 5 primeros kilómetros más o menos todo el mundo iba ocupando su sitio en carrera y ya no te adelantaba tanta gente, pero en cambio tú empezabas a adelantar a los que habían salido muy fuertes o a los que llevaban peor ritmo y habían salido antes.

El trayecto hasta las Planas es precioso en muchos tramos, pero tiene varias subidas exigentes que van haciendo una cierta selección y distribuyen a la gente en grupos. En las subidas me notaba aún fresco en los primeros kilómetros y las sorteaba relativamente bien jugando con los platos y piñones (fundamental conocer tus posibilidades para mantener el ritmo) pero había gente que me superaba con cierta facilidad. En el llano recuperaba posiciones sin mucha dificultad porque estoy acostumbrado a mover el plato grande y casi todo el mundo solía llevar el mediano. Durante el recorrido se veía a algunos corredores cambiando la cámara por pinchazos y a otros que renunciaban y volvían (no muchos también es cierto).

Hasta el kilómetro 15 más o menos todo fue bien a pesar de los tramos de subida en los que había que sufrir como un perro metiendo plato pequeño y avanzando lo mínimo para ir sorteando el desnivel pdealada a pedalada. Después de sobrepasar una subida bastante dura alguien comentó "Aún queda lo peor". Yo pensé que si lo peor era como eso pero más largo podía hacerlo apretando los dientes, pero lo que no esperaba era ese tramo final de subida de más o menos un kilómetro o kilómetro y medio quizás (creo que le llaman el "Barranco del Montañés"). Terrible, tienes que estar muy preparado y muy en forma o no lo subes (sólo vi a uno subirlo sentado en su bici y peleando con todo el cuerpo mientras la gente le animaba, un crack). Yo iba ya clavado subiendo y veía delante de mí un montón de gente poniendo pie en tierra...como era imposible ir mucho más allá también lo hice (es un consuelo ver que todos lo hacen). Empieza entonces una subida no menos terrorífica a pie y subiendo la bici a pulso. Me propuse no parar porque si lo piensas mucho supongo que es bastante peor. Hay gente que lo que hace es subir un tramo y descansar y luego sube otro. 

Al llegar arriba mucha gente se paraba a descansar. Yo no lo hice. Simplemente sentarte en la bici es un alivio aunque tengas que pedalear de nuevo. Además en seguida llegabas a la zona donde están los molinos de viento y la explanada, llena de flores, aunque tengas que subir un poquito te hace olvidarte de todo y te sorprende porque es un sitio precioso. En nada llegabas al avituallamiento. Había fila, bastante fila y que avanzaba muy lenta (ahí pierdes unos cuantos minutos). A pesar del esfuerzo de la subida me encontraba con fuerzas para seguir, pero pensé que era mejor prevenir, beber un acuarius, coger un plátano por si acaso y comenzar la bajada tras un poco de descanso, no mucho. Alguno comentaba que lo único que quería era ya llegar a casa antes de las 15.00 horas (eran las 12 más o menos).

El comienzo de la bajada era espectacular. No tenía ganas de matarme y menos siendo que no conocía el camino así que cuando aparecieron los miembros de la organización enseñando banderas amarillas para avisar de que había mucha piedra suelta y viendo lo cerradas que eran algunas curvas y que daban literalmente al vacío opté por ir con toda la calma del mundo. Frenando sobretodo con el freno de delante (porque si derrapabas con el de atrás, a saber donde acababas) y con el traqueteo de las piedras empecé a notar que los brazos se me dormían, pero fue solo un momento. Mientras me pasaba gente bajando a una velocidad endiablada y derrapando en las curvas, sorprende porque la inclinación es tremenda (se supone que son gente con mucha experiencia ya, pero vamos cada cual se mata como quiere), yo no tenía necesidad de eso. Sin embargo cuando el camino se volvió más ancho y transitable y empezó a haber menos piedras sueltas me animé a alcanzar al grupo que iba por delante y me llegué a poner a 44 Kms/h (no quiero ni pensar a qué velocidad iban los que me pasaron).

Hasta el km. 30 casi todo es bajada o un llano con una ligera pendiente favorable. Hubo tramos en los que iba con el plato grande y piñón pequeño adelantando a gente y a una velocidad media de 33-35 Kms/h a veces perdiendo de vista a los que iban por detrás y sin ver a nadie por delante. Ese fue el tramo en el que más disfruté, ese juego de persecución me encanta y sobrepasé a bastante gente, pero quizás no hubiera ido tan fuerte si hubiera sabido que me quedaba probablemente lo peor.

A partir del km. 30 y cuando piensas que todo va a ser bajada empiezas a subir pequeños repechos que van surgiendo tras tramos llanos que se sortean con cierta velocidad. El cambio de ritmo y la necesidad de hacer el sobreesfuerzo de subir te va minando y las piernas se te van cargando. Cada subida era un sufrimiento. Con la gente que iba más o menos a mi par (llega un momento en que los identificas) ocurría que les adelantaba en llano y me volvían a pasar en la subidas. Esos pequeños "piques" te van motivando y hacen que salves los peores momentos con un cierto afán competitivo. Uno de los peores tramos fue un exigente repecho a unos 10 kms de meta.....La gente delante de mí volvió a echar pie a tierra así que decidí que no importaba hacerlo una segunda vez. Por detrás oía entre risas "Si tú no dices que me he bajao de la bici, yo no digo que te has bajado tú" (en toda la carrera el ambiente muy bueno siempre y todos de risas, sólo por eso ya merece la pena). No me permití una tercera bajada del sillín y eso que después lo pasé realmente mal, puede que incluso peor que en ese momento.

Al llegar al kilómetro 40 tu mente te dice que ya has pasado lo peor y te aceleras. Había miembros de la organización animando (se encontraban a lo largo de todo el recorrido en puntos concretos) y uno soltó un "Vamos, que lo que queda está chupado". ¡¡¡La madre que lo parió!!!! O la madre que me parió a mí por no conocer el recorrido y creerle porque decidí apretar y desde allí hasta la meta quedaban cuatro o cinco subidas criminales. En la primera los cuadriceps empezaron a protestar seriamente (no sólo a mí, a otro que iba a mi lado le pasó igual y su compañero empezó a gritar "Mecagüen el Corte Inglés"), la salvé como pude con algún pinchazo que me asustó, me recuperé y continué con brío. Llegué a la segunda y de nuevo a apretar los dientes esperando que la llegada estuviera cerca. Llegué entonces a una zona en la que veía el Decathlon a mi derecha y me animé, pero entonces me topé con otra subida larga que me fue dejando KO hasta tal punto que las piernas ni me iban. Al último kilómetro llegué derengao, la pájara me acechaba, y la guinda fue la recta final con la subida que había bajado al comienzo de la carrera que me estaba esperando con la meta al fondo, inalcanzable....pedaleaba y pedaleaba y parecía que no iba a llegar a nunca.

Por pura vergüenza torera y al ver que había gente en la meta decidí terminar con un poco de dignidad, metí un plato más y cambié un par de piñones para no llegar en plan mortecino....Los aplausos que escuchas aunque no sean muchos son suficientes para darte fuerzas para llegar hasta el avituallamiento.....Nunca he comido con más ganas los dos plátanos, las dos barritas energéticas y los dos acuarios que me metí al cuerpo uno tras otro. Literalmente los necesitas, son todo menos capricho de gordo.

Tras un rato de descanso toca volver a casa.....los kilómetros de vuelta se hacen interminables porque llevas las piernas que te pesan como yunques, pero la satisfacción de haber acabado es una sensación que no tiene precio.....Repetiré y preparando mejor la carrera espero bajar bastantes minutos mi actuación.





No hay comentarios: