Jueves 6/12/2007
11:00 horas
Goles: Capi
Asistencias: Víctor
Jugaron: Aitor, Rigui, Sergio B., Capi, Sergio De Fco, Héctor, Víctor, Rubén
Y llegó la primera derrota de la temporada de la forma más dolorosa, cuando más nos interesaba ganar. Pese a ella seguimos líderes, pero ya de nuevo a dos puntos si IES Goya gana su aplazado, a tres de Xarque si gana el suyo y a cinco de Rayo Calamaro y Bombarda. Es decir, la liga se aprieta de nuevo y ya no podemos descuidarnos porque este grupo es complicado e igualado, habrá sorpresas y no habrá vencedor hasta el final.
La jornada 9 se convirtió en un momento clave de la temporada. Nos tocaba jugar contra el Bombarda, que acababa de ganar 4-3 al IES Goya haciéndonos un gran favor. En caso de ganar nos escapábamos en la clasificación y dábamos un golpe de autoridad y en caso de perder seguíamos líderes.
El partido coincidía con una boda que nos impedía ir a Aitor, Víctor y a mí; así que al pedir ellos el aplazamiento se les concedió. El problema es que estábamos a una victoria de jugar el Torneo de Navidad y se procuró poner el partido cuanto antes eligiendo para ello el jueves 6 de Diciembre que era festivo.
No sé si las cosas son mera casualidad pero las derrotas se van fraguando en los pequeños detalles y en este partido todo vaticinaba complicaciones. No sólo por la calidad del rival (impresionantes el portero y su número 9 y a un buen nivel el resto), sino por nuestra autopresión, por las prisas con las que se tuvo que decidir la fecha de juego, por las dificultades que hubo para estar todos (por la boda, porque Héctor curraba en el bar el día anterior y porque Aitor tuvo que venirme a ayudar para que yo llegara las 11:00 y por las justas) y porque cuando juegas un partido de ser o no ser con un rival directo no puedes encajar el primer gol en el minuto 3 y tampoco fallar un penalti (no pasa nada Rubén, otras veces los has metido y los falla quien los tira).
Analizado el partido a posteriori todo se cruzó y llegó nuestra primera derrota en meses tras un comienzo de temporada impecable. Puede pasar y no fue grave porque se jugó para ganar y sólo nos metieron dos goles a raíz de dos errores. De haber estado acertados el partido habría sido nuestro.
Empezar 1-0 en el minuto tres creo que nos condicionó mucho sobretodo porque nuestras jugadas de ataque no acababan en gol y porque ellos se replegaban bien y hacían una defensa zonal que no era intensiva pero con la que el número 9 desde atrás se sentía cómodo para rebañar todos los balones y montar sus contras, siempre peligrosas y exigentes para nuestra defensa, que salvo un par de fallos no anduvo mal.
El partido en la primera parte lo controlaban ellos y les venía bien que les diéramos espacio porque el nº9 controlaba la situación. Se decidió entonces subir la línea de presión. Era traicionar nuestro sistema de juego, pero no estaba funcionando. Existía en todos nosotros el convencimiento de que a Bombarda había que ganarle presionando y ahogando al nº9 o jugando como sabemos pero con el resultado a favor e íbamos perdiendo. Bingo!!!!! La presión les ahogó en su campo, recuperábamos el balón rápido y crecían nuestras ocasiones, casi siempre desbaratadas por un portero entonadísimo. Había un riesgo al darles campo a nuestras espaldas y estuvieron a punto de aprovecharlo dos o tres veces en manos a manos con Aitor, que estuvo inmenso todo el partido.
En el minuto 4 de la segunda parte empatábamos con una jugada inverosímil y en la que hubo fortuna. Un remate de cabeza de Capi a saque de banda de Víctor que entró por el único resquicio que había dejado el portero. A partir de ahí el partido estuvo igualadísimo y pudimos marcar al igual que ellos, pero entonces por varias malas decisiones del árbitro, cuando mejor estábamos, el partido entró en una dinámica de faltas y parones en el juego y en una falta nos colaron el segundo porque la barrera no anduvo fina ya con escaso tiempo para la reacción, que pese a todo se tuvo.
Pienso que no hay que dramatizar. No siempre salen las cosas como uno quiere, pero quizás los pequeños detalles volcaron esta vez la balanza hacia su lado.
La jornada 9 se convirtió en un momento clave de la temporada. Nos tocaba jugar contra el Bombarda, que acababa de ganar 4-3 al IES Goya haciéndonos un gran favor. En caso de ganar nos escapábamos en la clasificación y dábamos un golpe de autoridad y en caso de perder seguíamos líderes.
El partido coincidía con una boda que nos impedía ir a Aitor, Víctor y a mí; así que al pedir ellos el aplazamiento se les concedió. El problema es que estábamos a una victoria de jugar el Torneo de Navidad y se procuró poner el partido cuanto antes eligiendo para ello el jueves 6 de Diciembre que era festivo.
No sé si las cosas son mera casualidad pero las derrotas se van fraguando en los pequeños detalles y en este partido todo vaticinaba complicaciones. No sólo por la calidad del rival (impresionantes el portero y su número 9 y a un buen nivel el resto), sino por nuestra autopresión, por las prisas con las que se tuvo que decidir la fecha de juego, por las dificultades que hubo para estar todos (por la boda, porque Héctor curraba en el bar el día anterior y porque Aitor tuvo que venirme a ayudar para que yo llegara las 11:00 y por las justas) y porque cuando juegas un partido de ser o no ser con un rival directo no puedes encajar el primer gol en el minuto 3 y tampoco fallar un penalti (no pasa nada Rubén, otras veces los has metido y los falla quien los tira).
Analizado el partido a posteriori todo se cruzó y llegó nuestra primera derrota en meses tras un comienzo de temporada impecable. Puede pasar y no fue grave porque se jugó para ganar y sólo nos metieron dos goles a raíz de dos errores. De haber estado acertados el partido habría sido nuestro.
Empezar 1-0 en el minuto tres creo que nos condicionó mucho sobretodo porque nuestras jugadas de ataque no acababan en gol y porque ellos se replegaban bien y hacían una defensa zonal que no era intensiva pero con la que el número 9 desde atrás se sentía cómodo para rebañar todos los balones y montar sus contras, siempre peligrosas y exigentes para nuestra defensa, que salvo un par de fallos no anduvo mal.
El partido en la primera parte lo controlaban ellos y les venía bien que les diéramos espacio porque el nº9 controlaba la situación. Se decidió entonces subir la línea de presión. Era traicionar nuestro sistema de juego, pero no estaba funcionando. Existía en todos nosotros el convencimiento de que a Bombarda había que ganarle presionando y ahogando al nº9 o jugando como sabemos pero con el resultado a favor e íbamos perdiendo. Bingo!!!!! La presión les ahogó en su campo, recuperábamos el balón rápido y crecían nuestras ocasiones, casi siempre desbaratadas por un portero entonadísimo. Había un riesgo al darles campo a nuestras espaldas y estuvieron a punto de aprovecharlo dos o tres veces en manos a manos con Aitor, que estuvo inmenso todo el partido.
En el minuto 4 de la segunda parte empatábamos con una jugada inverosímil y en la que hubo fortuna. Un remate de cabeza de Capi a saque de banda de Víctor que entró por el único resquicio que había dejado el portero. A partir de ahí el partido estuvo igualadísimo y pudimos marcar al igual que ellos, pero entonces por varias malas decisiones del árbitro, cuando mejor estábamos, el partido entró en una dinámica de faltas y parones en el juego y en una falta nos colaron el segundo porque la barrera no anduvo fina ya con escaso tiempo para la reacción, que pese a todo se tuvo.
Pienso que no hay que dramatizar. No siempre salen las cosas como uno quiere, pero quizás los pequeños detalles volcaron esta vez la balanza hacia su lado.